En este volumen narraremos una de las más singulares aventuras de la historia: la conquista de México, bajo la ocupación de un reducido grupo de hombres. Estos pocos soldados, casi sin potencia bélica ni recursos, lograron una gesta increíble: derrocar a un soberano absoluto que había impuesto su voluntad sobre infinidad de pueblos. Estos pueblos anduvieron divididos, sin embargo, en poco tiempo se unieron a los conquistadores.
Desde el mes de marzo de 1519 al mes de agosto de 1521, Hernán Cortés, el pro-
pio jefe de la conquista, sometió a un gran imperio civil. La aventura, luminosa y tenebrosa a la vez, estuvo jalonada de sacrificios, traiciones y actos heroicos.
Sin la prudencia y capacidad de servicio que desplegaron sus compañeros (frecuentemente más valientes que sus superiores) y, sobre todo, sin la tenacidad y tesón de Cortés, la conquista de México se habría frustrado. El éxito se debió más a la voluntad que a las armas. Sin Cortés, la aventura hubiera tenido por resultado un rotundo fracaso.